por Eidahan el Jue Nov 24, 2005 1:24 am
parece que no muchos escriben por aki, pero que mas da: esta es una composicion mia, es algo larga, pero leelanla y diganme que tal:
..:::Las confesiones del Miedo:::...
Aquí estoy, esperando que el silencio regrese a la quietud opaca de mis recuerdos, veo con absoluto detalle las facciones de su rostro y la oscuridad de sus indómitos sentimientos, puedo ver a través de sus palabras como se está conteniendo, esperando que el momento adecuado llegue para que el temor no sea ya su compañero y la presa pase a sus manos, nunca pensé que algún día llegaría a odiar tanto a la sinceridad como ahora lo hago, pero a veces es lo único que se puede hacer, ser sincero.
El centelleante destello rojo de sus pupilas atraviesa mis delgados pensamientos con asombrosa velocidad, tan rápido que no llegué a darme cuenta de que me había asustado, lentamente, sientes como se te erizan los bellos de la piel y como los músculos se tensionan, la suerte está echada ya, pero, para quién...?
Caminas silencioso por un delgado pasillo oscurecido por las luces negras de tus emociones, es el pasillo de tus recuerdos, perdido entre las recónditas tinieblas de tu memoria, tus pasos lentamente se convierten en espantosos gritos de súplica cuando abres los archivos de tus sentimientos perdidos.
De repente, siento cómo mis ojos son atravesados por aquella escalofriante mirada que nace en las rojizas pupilas de dos profundos ojos, en ellos, el vacío que crea el tiempo en tu cabeza han dado forma a una extensa llanura, una solitaria región basto de cenizas y fuego, donde las rojas llamaradas del olvido forman las quebradas voces que provienen del exterior de tu cabeza.
Tu mirada se desliza rápidamente por las líneas del texto que componen un maldito recuerdo perdido entre la cordillera de memorias que han creado tus escasos años de vida, metido en aquel oscuro pasillo, la luz no es otra que la del insignificante brillo de una vela, mas en esa pequeña llama, se encuentran vertidos los restos de tus accidentadas esperanzas que apenas logran atravesar la tumulosa pared del olvido, última frontera de tus pensamientos.
Pronto ya, has decidido retirarte, pero en ese preciso momento, un imponente grito se deja escuchar desde el fondo de tus pensamientos, son los gritos que con potencia y terror deja escapar el silencio, desgarrando con pánico y dolor el callado mundo de mi subconsciente.
Siento que algo entra en mi cuerpo, con tímidos pasos, sus pálidos pies se deslizan entre las tinieblas de mi conciencia, no logro ver quién es, a veces nos cuesta mucho mirar para adentro, pero si pude notar que alguien le acompañaba, era la duda, que entrando casi de incógnito, a logrado burlar mis viejas defensas de piedra y barro.
Un batallón de recuerdos apunta sus fusiles en dirección al corazón de mi memoria, refugio de la duda, dentro de la boca de los negros fusiles que tiemblan por el temeroso pulso de mis recuerdos, se encuentran las pesadas balas, mezcla de maldiciones y deseos, que esperan ansiosas morir por su causa: la decisión...
Mi mente está bastante turbada ya, pero a la resplandeciente luz de un relámpago, nacido de la tormenta de mis deberes ante la sociedad, logro ver el brillo de dos negros ojos, los he visto antes, su luz, pronto se torna roja ante el negro resplandor de las antorchas del olvido.
Son los ojos del Miedo, aquel extraño personaje que de repente se había extraviado en las tinieblas de mi memoria, hacia muchos años ya, pero sin embargo, aun no he olvidado que se siente mirarle a los ojos, y debo decir, que en esos momentos, no tienes deseos de pensar.
Al mirar al Miedo directo a los ojos sientes como se mezclan en tu cuerpo la emoción con el pánico creando una horrible sensación de desesperación, sientes como la pesada bestia del dolor se apodera de tu conciencia y solo piensas en una cosa, solo deseas una cosa: el final...
Ahora, recostado en la pared de la desesperación, me he encontrado cara a cara con el miedo, mi propio miedo, nunca pensé que se pareciera tanto a mi persona, al igual que nunca pensé que en toda mi vida no tendría tantas ganas de correr como en estos instantes.
Eidahan Fenyx | Pollution Guitar Man | CdC is Alive G.O.D