por aoshin el Vie Ene 22, 2010 4:25 am
Estaba un sacerdote manejando hacia su parroquia y en la carretera se encuentra con una monja conocida, para y le dice:
'Madre, suba que la llevo al convento'.
La monja sube y se sienta en el asiento del copiloto, hace un cruce de piernas y el habito se le abre un poquito y se le ve la pierna.
El padre se le queda mirando y sigue manejando, al rato le toca la pierna y la monja le dice:
'Padre acuerdese del Salmo 129'.
El Padre le pide disculpas y sigue manejando.
Al rato otra vez le toca la pierna y la monja le dice:
'Padre, acuerdese del Salmo 129'.
El Padre se excusa diciendo:
'Perdoneme Hermana, pero usted sabe, la carne es debil'.
Despues de un rato la monja se baja y el Padre llega a su parroquia, va rapidamente a buscar en la Biblia, el Salmo 129.
Encuentra el Salmo que dice...
'Seguid buscando y alla arriba encontrareis la Gloria....'
MORALEJA para los HOMBRES:
¡Entiendan de una vez por todas que las mujeres jamas les van a decir que SI directamente!
MORALEJA para las MUJERES:
Si no se quieren quedar con las ganas... ¡¡¡HABLEN CLARO!!!
AMEN...........
Hay dias en que somos tan moviles, tan moviles...
Como las leves briznas al viento y al azar...
Tal vez bajo otro cielo la gloria no sonria...
La vida es clara, undivaga y abierta como un mar...