por losmancia el Mar Abr 12, 2011 12:47 am
EMISARIO DE DESTRUCCION
-No me gusta- dijo el enano Mogrim al escuadron donde pertenecia, mientras veia una taberna no muy lejos de los arboles donde se hallaban.
-Tienes razon, a mi tampoco, las edificaciones humanas son deprimentes- respondio uno de sus compañeros.
-¡No me refiero a eso Tsar!!! ¡Hablo del punto de reunion!!! Esa taberna solo tiene una entrada y casi no hay ventanas, si quisiera emboscar a alguien, ese seria el lugar idoneo; esto puede tratarse de una trampa- replico Mogrim, viendo con atencion al jefe de aquel grupo.
-¿Qué pasa Mogrim? ¿No confias en nuestros espias no muertos?- pregunto el lider.
-Podria confiar si se tratara de un esqueleto, pero es un infeliz vampiro, esos sujetos estan locos- repondio el enano.
-Pues a mi no me interesa que este desquiciado, hasta ahora no nos ha traicionado, asi que vamos, hay trabajo que hacer- hablo el jefe del escuadron, que se llamaba Almanzor.
Fue asi que los cinco guerreros se aventuraron al interior de la taberna; gente de muchas razas, en especial humanos, se divertian y buscaban pelea en el extasis de su ebriedad unida a su estupides innata, los extraños visitantes casi pasaban desapersibidos en la confusion.
-¿Qué les sirvo nobles enanos?- pregunto el dueño de aquel negocio.
-Nada por ahora, buscamos a alguien- respondio Almanzor.
-¿No sera un sujeto palido por casualidad?- indago el hombre.
-Tal vez- contesto Tsar.
-Vayan al fondo, estoy seguro que el olor les indicara en que parte esta- replico el dueño con una sonrisa, mientras se alejaba poco a poco a encargarse de sus asuntos y de los demas clientes; los enanos por su parte se alejaron del bullicio y la fiesta, buscando por las partes mas oscuras, en donde curiosamente habian salas que se hallaban abandonadas, en una de ellas estaba el no-muerto, fue Mogrim quien lo detecto primero y haciendo señas con las manos, hizo que los demas compañeros llegaran y dieran comienzo a la reunion.
-¿Cinco? ¿Qué pasa Almanzor, tienes miedo que te mate o algo asi?- indago el no muerto al ver al enano.
-Pues mi amigo Mogrim dice que vas emboscarme en el edificio y a asesinarme- respondio Almanzor, a lo que su espia rio grande y siniestramente.
-No seria una mala idea, hay decenas de imperios que quieren tu cabeza, ¿pero que clase de invitado seria? Jajaja… bien, vamos a lo nuestro, tengo una informacion que podria interesarte, ¿tienes lo acordado? ¿tienes con que canjear?- pregunto el vampiro.
Almanzor saco unos papeles de sus ropas y las puso sobre la mesa donde estaban, mientras sus guerreros miraban alertas cualquier imprevisto, sea adentro o afuera de la sala.
-Dentro de tres semanas habra una reunion de los reinos humanos de Lothoriel, se firmaran alianzas matrimoniales y la formacion de una ejercito contra los no muertos de las cienagas; si interceptas a los embajadores, tal vez podrias hacer una gran mortandad- dijo el enano.
-¿Esos papeles tienen las rutas que llevaran?- pregunto el no muerto.
-Si, asi es- replico Almanzor.
-¿Habra reinas con sangre noble en esas caravanas?- indago el vampiro con su mente siniestra.
-Por supuesto que si, ¿Cuándo te eh decepcionado Drake? (asi se llamaba el espia)- contesto el enano. Y sabiendo este que habia llenado las expectativas del macabro personaje, exigio rapidamente conocer que era lo que le tenia preparado el vampiro, quien cambio su semblante y se dispuso a terminar el trueque que estaban haciendo.
-Bien, tienes razon, ahora ma toca a mi; esto ni siquiera lo saben nuestros aliados elfos oscuros, asi que sientete privilegiado- decia el no muerto.
-¿De que se trata?- pregunto Almanzor.
-Desde hace dos meses hemos cuadruplicado nuestras tropas en todas las fortalezas de las costas de Amlados- dijo el vampiro.
-¡¿Qué?!! ¡¿Cómo es eso posible sin que nos hayamos dado cuenta?!!- interrumpio en la platica Tsar.
-De hecho fue facil, los orcos son una raza en extincion, pero sus tuneles subterraneos aun perduran bajo las regiones donde antes gobernaban; ahora que no estan solo las ocupamos para mover a los ejercitos, pero ese no es el caso, lo extraño es que invasiones enteras contra nuestros enemigos se detuvieron para realizar esa maniobra- respondio Drake
-¿Entonces no sabes por que fue?- dijo un enano.
-No conozco los detalles; según supe todo vino por la desaparicion de ciudades aliadas en lo profundo de las islas orientales, estaban formadas por poblaciones de elfos oscuros que habian jurado fidelidad a las huestes de las tinieblas, pero de un dia para otro se perdio toda comunicación- decia el vampiro.
-Tal vez los humanos los destruyeron- dijo Almanzor.
-Eso pensamos, dedujimos un ataque de los hombres de La Raigambre Oscura, pero ambos sabemos que ese no es su estilo enano; por eso enviamos varias expediciones para conocer lo que paso, solo una regreso y por poco no lo hace- dijo el no muerto.
-¡¿Por qué?!! ¿Qué sucedio?!!- pregunto el enano.
-No tengo idea, pero sea lo que haya sido, se donde encontrar la respuesta; cuando los barcos volvieron trajeron una presciosa carga, fue destinada con el maximo sigilo rumbo a La Black Mountain, tendra que pasar por Talaverm de seguro, si no mal recuerdo, tu alianza tiene muchos ejercitos ahí, tal vez te gustaria saber que contiene, podrias encontrar el secreto que destruyo a las ciudades de las islas- menciono el vampiro.
-Si lo que dices es cierto Drake, esa caja va hacia las mazmorras de los Lichs- dijo Almanzor.
-Ellos no pierden el tiempo en pequeñeses, debemos saber que tiene esa caja- hablo Mogrim.
-Y asi sera- termino de decir el lider de aquellos enanos; el vampiro se marcho entre las sombras no sin antes entregar mas informacion de la ruta que tomarian los custodios, y el escuadron, saliendo de aquella taberna, tomo rumbo a sus cuarteles en las inaccesibles montañas. Cuando Almanzor presento el informe a sus superiores, se vio apremiante la nesesidad de conocer el contenido de aquella carga de la que hablara el no muerto, que para esos momentos cruzaba las tierras volcanicas de Moriah, donde la lava cobraba sacrificios y solo las peores formas de vida podian habitar.
-Sera mejor esperar a que atraviecen los volcanes y despues los poblados de Nascar antes de emboscarlos- menciono el comandante de Almanzor, un enano Rompehielos.
-Me preocupa lo que me dijo Drake, nunca habia oido a los no muertos tan nerviosos; ¿que podria ser lo que esconden?- mencionaba Almanzor.
-Si los tiene tan miedosos, podria ser la clave para destruirlos, recuerda Almanzor que despues de lo orcos, los nuestros imperios son los mas afectados por el resurgir de las razas oscuras, tal vez nuestros nietos seran los ultimos de nosotros- contesto el otro enano.
-¡Eso jamas!! ¡Nunca moriran nuestras hachas!!!!- respondio Almanzor.
-Esperemos eso, por ahora hagamos lo que podamos; te dare apoyo aereo junto a dos regimientos y dos cañones de fragmentacion, quiero esa carga en las montañas en pocas semanas- hablo el enano Rompehielos.
-¡Si señor!! ¡Asi se hara!!- respondio Almanzor antes de marcharse, con los primeros rayos del sol del siguiente dia, las tropas salieron de sus fortalezas rumbo al lugar de la emboscada, una camino pedregoso rodeado de riscos, en las regiones centrales de Talaverm.
Junto al escuadron original que acompañara a Almanzor en la Taberna, centenares de ballesteros y guerreros los seguian; tambien estaban una fuerza de 50 enanos elites como una peticion especial hecha en los cuarteles, quienes tambien proveieron un grupo de zapadores, 6 osos llevaban los pesados cañones de fragmentacion (2 en total) y los girocopteros gnomos circulaban los cielos con cautela, en busqueda de algun indicio de los muertos que viajaban hacia La Black Mountain, cuando uno de ellos finalmente los detecto, llevo malas noticias a su comandante en tierra.
-¿Cuántos son?- pregunto Almanzor.
-Innumerables, hay cientos de esqueletos, tanto guerreros como arqueros, muchisimos zombies y decenas de hombres lobos que estan custodiando personalmente la carga, una enorme caja de madera rodeaba por varias cadenas, brillan magicamente por lo que derivan de algun hechizo poderoso; dirijiendo a la compañía esta una docena de caballeros negros y tambien tienen a un Ent corrompido- respondio el piloto gnomo.
-Eso no es bueno, nesesitaremos varios cañonasos solo para derribar al Ent- dijo Tsar.
-Si es que las oleadas de muertos que caminan no nos destruyen primero- hablo Mogrim.
-¡No digan estupideces!! ¡durante siglos nuestros antepasados han peleado en inferioridad numerica y han vencido, no sera diferente esta vez!!!- respondio Almanzor.
-Recuerde jefe, antes usabamos la seguridad de las murallas y la proteccion de las montañas; en el exterior nos podrian desbordar- hablo Tsar.
-Pues tendremos que usar de nuevo a la montaña a nuestro favor- dijo Almanzor.
-¿Cómo?- indago el piloto gnomo.
-Ya lo vera- contesto el lider.
Conforme el ejercito no muerto avanzaba, la tierra temblaba, lo animales de alrededor desaparecian para no ser consumidos por la putrefaccion y los Caballeros Negros iban siempre al frente, dictando ordenes y obligando a los retraidos zombies a no perderse de la formacion, mantener la cohesion de la tropa siempre era trabajo dificil, mas aun con criaturas que conocian el mas alla y no tenian nada que perder con seguir o desatender ordenes de seres no muy diferentes a ellos, todos ya estaban malditos. De repente, un estremecimiento fuera de lo comun altero a lo lobos, estos se agitaron con furia por que advertian un peligro inminente, sin previo aviso las paredes de los riscos colpasaron, todo gracias a los explosivos de los zapadores, produciendo un derrumbe de rocas que azoto sin misericordia a las huestes de oscuridad, sepultando a cientos de ellas, mientras las otras tantas se salvaron por muy poco.
-¡Bien!! ¡Envien a los girocopteros!!!- grito Almanzor, cubierto junto a sus guerreros un poco mas alla de la salida de ese camino; inmediatamente las maquinas voladoras sobrevolaron a los enemigos que aun se hallaban confundidos, sin entender lo que sucedia. Cientos de bombas cayeron sobre ellos, mientras la metralla y la polvora hostigaban a los debiles.
-¡Los girocopteros los barreran!!!- grito Tsar ante la escena.
-¡Jefe!!! ¡Mire hacia alla!!!- interrumpio Mogrim apuntando hacia el sur; desde los espacios nublados, aun mas alto de las maquinas aereas, decenas de gargolas cayeron sobre ellas. Las bestias del inframuendo habian custodiado igualmente la carga desde el principio de la marcha y se abalanzaron a la batalla una vez descubierta la identidad del enemigo, curiosamente no lo hicieron cuando los girocopteros espiaron a las fuerzas de tierra, tal vez un sadismo innato permitio que los mounstruos cayaran y no alertaran nada.
-¡Maldicion!!! ¡Guerreros de las montañas!!!! ¡Ataquen!!!- dijo Almanzor seguido de su grito de guerra, todas sus tropas los secundaron con furia inusitada, tratarian de aniquilar al enemigo antes de que terminara de reagruparse.
Cuando los Caballeros Negros advirtieron la arremetida de los enanos, no vieron otra alternativa que buscar como cargar sobre ellos, se aliniaron en un escuadron de 3 lineas de profundidad y fueron a la guerra con todo su poder, no alcanzaron la rapidez requerida por las innumerables rocas que les flanqueaban el paso, aun asi atropellaron a muchos, dando comienzo a su contraataque.
El resto de las huestes no muertas no nesesitaron ningun animo para reincorporarse y luchar, carecian de dolor o temor, duda o incertidumbre, aun cuando varios ya tenian sus miembros destrozados por la rocas, no vacilaron en larzarse a la lucha y buscar la muerte de los enanos, dentro de poco tendrian mas amigos para las guerras futuras. El combate se dislumbro tenaz y dificil, los seres de los montes peleaban en formaciones cerradas y los arqueros permanecian atrás para derribar a cuantos pudieran con sus flechas, las criaturas oscuras se abalanzaban en olas constantes e infinitas de destruccion, sin orden, solo ira y espanto a su alrededor, con el que contajiaban a sus desafortunados oponentes.
-¡Tsar!! ¡Ven con Mogrim y obten la caja a cualquier costo!!!- grito Almanzor mientras daba esperanzas a los compañeros de que obtendiran la victoria, de repente, en medio de las filas enanas, el lider observo como un fiero Caballero Negro cortaba las extremidades de sus camaradas, no penso dos veces en ir contra èl y preparando su estrategia se apresto a derribar al caballo. Tomando su hacha, hizo dos cortes profundos en el corcel oscuro de su adversario, cayendo pesadamente ante los presentes, el jinete se reincorporo con una velocidad increible y golpeo una y otra vez la armadura del oponente, sin que la proteccion cediera en ningun momento.
-¡Moriras maldito enano!!! ¡Serviras en mis ejercitos por siempre!!!- menciono el caballero, diestro combatiente que tenia enormes ventajas sobre Almanzor; era mas alto, no se cansaba, no sentia temor o dolor y para mayor desgracia, era mas rapido.
-¡Almanzor esta en problemas!!!- grito Mogrim mientras se dirijia a la caja.
-¡El jefe se puede cuidar solo!! ¡vamos hacia la carga!!!- respondio Tsar.
Cuando los dos enanos (y varios mas) llegaron al centro del camino, se dieron cuenta que la caja no hacia sido cubierta totalmente por las rocas que cayeron, igualmente sus custodios, lo temibles hombres lobos, todavian la protegian a sangre y fuego, y detrás de ellos el terrible Ent.
-¡El Ent sigue de pie!! ¡Disparen los cañones!! ¡Fuego a discrecion!!!- dijo uno de los oficiales de artilleria, dando la orden para acabar con la criatura, tenian pocas balas por lo que aguardaron al ultimo momento, para cerciorarse de la destruccion de la mejor arma del enemigo
-¡Mueran mounstruos!!!- gritaron los guerreros que se lanzaron al ataque, las bestias respondieron con alaridos terribles y golpes de garra; se llevo a cabo un combate aparte de la batalla principal, pero los enanos no alcanzaban el premio, solo la muerte venida en frascos horrendos. Pronto, Tsar y sus fuerzas fueron rodeadas por los animales maldecidos y la falta de movilidad hacia notoria la dificultad de las armaduras de los soldados de elite, su habilidad en esas circunstancias no servia de nada.
Movido por la desesperacion, Tsar se aproximo con todas sus energias contra la caja de madera; mato a tres lobos en el proceso y con la sorpresa venida gracias a su ira, se vio solo en medio de la carga. Pero algo increible paso a continuacion, uno de lo lobos, el de los mas fieros, no cayo sobre èl, simplemente solto aullidos indecibles, una actitud incromprensible en una batalla, no entendia que su rival le decia que no abriera el premio.
-¡Infeliz bestia!!! ¡Tienes miedo de lo que hay adentro!!! ¡Pues muere por su mano!!!- grito el enano antes de golpear su hacha en las cadenas hechizadas, un fuerte estallido de luz cego a todos en un momento, inclusive al Caballero Negro, que junto a Almanzor, tenia un combate de leyenda.
-Esta libre….- decia el Caballero –y nosotros acabados- añadio a su enemigo, quien lo vio con duda.
Al instante de esos acontecimiento, la tierra temblo, con diez veces mas violencia que con los explosivos; los mismos cimientos de los montes fueron transtornados y subitamente, el suelo se trago a los ejercitos enfrentados. Solo los girocopteros y las gargolas huyeron por el espanto, en un instante, todo habia acabado, miserablemente.
En los dias siguientes, el enano Rompehielos envio un grupo de busqueda en los restos de la batalla; regitraron con diligencia la region, afortundamente encontraron sobrevivientes, se trataba de Mogrim y su jefe Almanzor, quien estaba bastante lastimado, entre la vida y la muerte, si se puede decir asi.
-¿Qué rayos paso?- pregunto el comandante enano.
Por unos momentos, Mogrim titubio en responder, pero finalmente relato la historia que siguio a la catastrofe que cayo sobre el ejercito.
-No tengo la mas minima idea de como sobrevivi, solo guardo nocion de cuando la tierra se abrio y muchas mas rocas cayeron sobre todos nosotros, ni los muertos se salvaron. Todo paso despues de que Tsar abriera la caja de madera- decia Mogrim.
-¿Cómo salieron de ahí?- pregunto uno del grupo de busqueda
-Cuando recobre el conociemiento, pude ver al jefe Almanzor levantando su hacha, ya tenia una herida en el pecho, producto de su batalla contra el Caballero Negro, camino lentamente hacia lo que quedaba de la caja solo para darse cuenta que ya no tenia nada; fue cuando lo vimos los dos…- decia el enano – un ser extraño avanzaba entre los muertos, tenia interes en los miembros putrefactos de los no muertos y gastaba tiempo observandolos, despues tomaba una tabla que flotaba en el aire, según su magia, y se ponia a escribir con sus garras. Era horrible, con alas extendidas que podia retraerlas, con piel grisasea, soltaba chillidos agudos y poseia unos enormes ojos rojos que de seguro ingnotizaban, no salian de mi mente, ni aun ahora- añadio Mogrim.
-¿Y entonces?- dijo uno.
-El Jefe le grito, le pregunto que rayos era èl y solo respondio “Puedes llamarme Moth Man, asi me pusieron los de las islas”; despues de eso, agito sus alas y con ellas corto en el cuello a Almanzor antes de partir hacia el cielo, donde desaparecio en un abrir y cerrar de ojos. Esa fue la oportunidad que aproveche para levantarme y huir, con mi lider claro- conteso el enano.
-Llevenlos a la ciudad, nesesitan descansar; denle el informe de todo al comandante- dijo el que dirijia a los buscadores, que no perdieron tiempo en salir de ahí, aun mas por lo que habian escuchado.
Pero lo que no sabian, es que tambien los no muertos enviaron emisarios para saber lo ocurrido; pudieron constatar el desastre y asumiendo que nadie habia sobrevivido empezaron a marcharse, hasta que escucharon sonidos entre los escombros.
-¡Gran Caballero!!! ¿Sigue con nosotros?- dijo un Lich.
-¡Claro que si imbecil!!! ¡Ya mori una vez y no pienso hacerlo de nuevo!!!- respondio el jinete.
-¿El Emisario de Destruccion escapo?- pregunto el no muerto.
-Le gusta que le digan Moth Man, y si, se fue, pero no importa, ¡ese infeliz volvera a estar en cadenas!!- contesto el Caballero antes de partir, tenia trabajo que hacer.
FIN
"El mundo es de los que estamos"