por DaRk ZaPo el Sab Mar 29, 2008 6:08 pm
La idea es que no existen las personas buenas y las personas malas, sino que todo ser humano es al mismo tiempo bueno y malo. Así, esforzarse en cumplir los preceptos morales del cristianismo es inútil, porque ello no elimina la parte mala de la persona, que es imposible de eliminar, sino que conduce a la hipocresía. La única solución posible es la aceptación de la propia maldad inherente a la naturaleza humana,
Cuando todo el mundo quiere destruirte, todos los días son tu último día y cada actuación puede ser la última. El Anticristo no soy sólo yo. Es un estado mental colectivo del que TODO EL MUNDO necesita que le despierten. hacer que TODOS se den cuenta que no tienen que creer en algo sólo porque se lo han estado inculcando toda la vida. No se puede oír a alguien que nunca tuvo sexo o tomó drogas, diciéndote que están mal . Sólo a través de la experiencia cada uno puede determinar su moralidad. Ser humano no es tener que estar buscando constantemente perdón por serlo, sino llevar, como individuo, una existencia libre de culpa. Es lo que siempre ha temido la iglesia, si olvidas la idea de Dios y crees en ti mismo, el mundo se acaba.” A pesar de la gran creencia popular sobre el satanismo, el satanismo de Anton LaVey y su iglesia no podría diferir más de esta. Nada tiene que ver con hacer sacrificios o venerar a la figura del diablo, sino que Anton LaVey con su filosofía acusa al cristianismo de ser una plaga en la tierra que atemoriza, reprime y no deja pensar a millones de personas, muy similar a las teorías del filósofo Friedrich Nietzsche y niega la figura del diablo o Satán como un ser malvado con cuernos y rabo, acusando al cristianismo de ser el único creador de esta imagen para atemorizar a la gente y de esta imagen ser la mayor benefactora del cristianismo en la Tierra El satanismo de Anton LaVey y su iglesia promueve la humanidad y la libertad y reniega a toda costa del cristianismo, además de renegar de los sacrificios y profanaciones que otros proclamados satánicos realizan, a los que acusa de ser tan estúpidos como los cristianos y de dar un mal nombre al satanismo Cuando se escucha la palabra «Satanismo», la mayoría de la gente se suele imaginar una religión que adora a un dios del mal, lo cual es completamente falso, ya que un satanista auténtico sólo se «adora» a él mismo, no creen en ningún dios sobrenatural, sea este bueno o malo. Por lo tanto se puede considerar al satanismo como una filosofía atea.