por nykomaniaco el Lun Jul 20, 2009 6:40 pm
¿Alguna vez te has preguntado de dónde coño sacó Lore ese bastón castrador? Pues ya es hora de que te enteres de su historia... ''Lore, una pequeña niña ingenua e inocente. Seguramente muchos se rieron al leer eso, pero la verdad es que, algún día, Lore también fue ingenua.
En aquella escuela de recóndita ubicación, los niños eran alegres y constantemente hacían cánticos al ritmo de dulces melodias. Los profesores eran empáticos y amables. Eran raros los dias en que no hubiera paz en aquella pequeña escuela de barrio.
Es cierto, la vida diaria en aquella escuela seria algo sinceramente celestial, si no fuera por ella... a la que todos miran con temor, a la que nadie quiere, a la que todos les gustaria desaparecer... Madame Bubbiescaidas; La directora de la escuela.
Un día, Madame Bubbiescaidas quizo hacer de las suyas al encerrar a un niño en la ''habitación oscura'' [sala de castigo dónde se le obliga al castigado a hacerle masajes a Estebanes en tanga], por haber dado una miniclase de astronomía sin autorización. A todos les parecía injusto, pero nadie queria hacer algo por temor a que Madame Bubbiescaidas les hiciera daño. Solo hubo una persona, que tenia la suficiente consciencia moral, valor e inteligencia para atreverse a desafiar a la feroz directora, y apuesto a que saben quién es... si, Chuck Norris !! Bueno, Chuck no, porque estaba ocupado alineando planetas... asi que la persona que se atrevió fué Lore.
Mientras Madame Bubbiescaidas metía al pequeño astrónomo a la habitación oscura, apareció la pequeña Lore interponiéndose entre la directora y la habitación. La directora al instante reaccionó enfurecida por tal osadía, amenzando a la pequeña Lore de que la castigaría si no se quitaba del medio. Pero, Lore era sólida como una roca y no cedió... Asi que, fué castigada y encerrada en la habitación oscura en lugar del pequeño astrónomo.
Durante dias enteros, la pequeña Lore fué obligada a masajear a Estebanes mientras él posaba en tanga.
Al salir de la habitación, la mirada de la pequeña Lore había cambiado, ya no era una mirada de ingenua gracia, sino que esos ojos sólo reflejaban ira, frustración y odio.
Lore no volvió a clases ese día, sino que fue directamente a una ''tienda''. Ahí, adquirio armamento avanzado; compró un casco militar, pintura de camuflaje y por último, pero muy importante... compró un bastón tremendamente peligroso.
Al día siguiente, la pequeña aunque ya no inocente Lore, fué como cualquier otro día a su escuela. Pero ese día era diferente, era el día de la masacre, el día de su venganza. Lo primero que hizo al entrar al salón fué castrar al pequeño astrónomo y escupirle en la cara mientras sus compañeros miraban impactados. Salió del salón y se dirigió al despacho de la directora. Al entrar, Lore la vió, ahí sentada en su silla de terciopelo tailandés, tomando el café de las 10 y 30, mientras hojeaba el periódico matutino.
La directora levantó la mirada, y vió unos ojos negros e intensos, llenos de odio, y se dió cuenta de lo que había hecho... A la salida de clases, la directora fue encontrada inconsciente en el piso de su despacho, sin útero y sin pechos... ya no volvería a ser conocida como Madame Bubbies...''
He conocido muchos bufones en mi vida, algunos de ellos no reconocidos, otros sí y con orgullo. Tal es el caso de Kalas, el bufón legendario de la Taberna.
''Al ver a aquél muchacho de harapos sucios, mal olor y fétido aliento, nadie podría advertir su futura gloria.
Kalas era un hombre humilde, vivía en una casa común de la tercera clase, hecha de cartón y con muebles de ropa vieja.
Todos pensarian que Kalas era un hombre triste, pero él no pensaba así, ya que tenía un don, un don que muchos reyes y nobles quisieran... La capacidad de hacer reir.
Cada tarde luego de merendar pan roido por las ratas, Kalas iba a la plaza central de su pueblo, a trabajar como bufón a cambio de dinero, que dependia de la caridad que tuviera la gente. Y siempre sacaba más de una sonrisa a cada persona que veía sus rutinas.
Un día, Kalas fué detenido por guardias reales, por lucrar sin permiso en lugares públicos. Lo encerraron en una fría celda del castillo durante dias. hasta que llegó a oidos del Rey Pichulotote, que había un prisionero del castillo que tenía el don de hacer reir a la gente. De inmediato, el Rey Pichulotote pensó en su hija, aquella joven e ingenua princesa digna de ser llamada ''ángel'', pero que nunca había mostrado una sonrisa. Y como un padre no es feliz si sus hijos tampoco lo son, decidió darle una oportunidad al prisionero que tenía el don de hacer reir a la gente.
Cuando Kalas estaba seguro de que no soportaría más con vida, fueron hasta él los guardias del castillo, lo liberaron de las pesadas esposas, y lo llevaron hasta el Rey. El cuál notó que Kalas estaba en mal estado, y que seguramente así no podría hacer reir a su hija, por lo que le ordenó a sus sirvientes que le dieran de comer, un baño, y lo vistieran acorde a la situación.
La noche había llegado en el castillo, y el Rey Pichulotote estaba impaciente, así que le ordenó a sus sirvientes que trajeran al bufón. A respuesta inmediata, apareció Kalas frente al Rey y su hija. El rey impaciente, le pidió a Kalas que comenzara con su rutina de una vez, a lo que kalas accedió inmediatamente. Las horas pasaban y la rutina ya casi terminaba, el rey largó más de una carcajada, pero la dulce princesa estaba seria como siempre.
Una vez terminada la rutina, el Rey Pichulotote vió que su hija seguia seria, y ordenó que Kalas fuera ejecutado al instante. A lo que Kalas, desesperado, pidió una oportunidad más. El Rey, con la esperanza de ver reir a su hija, le dió la oportunidad, pero dejando en claro que sería la última. Kalas aceptó la condición, y le pidió al Rey que lo dejara sólo con la princesa, garantizándole que al terminar, ella no podria dejar de sonreir. El Rey algo confudido, aceptó de mala gana, dejando a Kalas y a la princesa solos por unos minutos... A la media hora siguiente, la princesa salió de la habitación, con una sonrisa tan grande que no le entraba en la cara. El rey, sorprendido y agradecido con Kalas, le ofreció la mano de su hija en matrimonio, y él aceptó.
Kalas tuvo una vida alegre en matrimonio con la dulce princesa, y solo ellos saben lo que sucedió en aquella habitación de palacio...