por Lord Hamous el Lun Sep 05, 2005 1:21 pm
El primer objeto k teniamos que k conseguir eran las Gafas del Neng y estaban ubicadas n un templo de una montaña fria y oscura.
Nada mas entrar algunos debiles ( eran simples aldeanos pero yo no kiero debiles en mis dominios) vacilaron al ver varios cadaveres elficos muertos de manera horripilante, pero siguieron avanzando xk una sola mirada mia les convencio.
La primera sala era grande y estaba llena de cadaveres de todo tipo de razas y alguna mas desconocida, mande desnvainar a todos y yo sake mi espada, Ardrith, alma sola. Pero en aquel estupido templo no habia nada ni nadie, estuvimos vagando de un lado para otro hasta dar con unas puertas negras de varios metros de alto y unos pocos de ancho, a los lados tenia unas figuras altas y horripilantes, de seguramente, algun tipo de demonio del Caos. Cuando veas un tipo de puerta asi no te fies nunca. Eso fue exactamente lo k hice, mande abrir la puerta y entrar al primer campesino k vi. Nada. Ninguna ruido. Paso una media hora y el campesino no volvio. Lastima, parecia fuerte. Levantando a puntapies a mis elfos de su inmerecido descanso nos internamos todos con el sentido de guardia al maximo y el sentido de valentia al minimo.