Alfonso VI de León (1040 - Toledo, 1 de julio de 1109), llamado el Bravo, fue rey de León (1065–1109), de Galicia (1071–1072; 1072–1109) y de Castilla (1072–1109). Hijo de Fernando I el Magno, rey de León, y de su esposa, la reina Sancha de León. Fue hermano de los reyes Sancho II el Fuerte y García de Galicia.
Durante su reinado se conquistó la ciudad de Toledo, en el año 1085, y tuvieron lugar las batallas de Uclés y Sagrajas, que constituyeron sendas derrotas para las mesnadas leonesas y castellanas, falleciendo en la primera el heredero del rey, el infante Sancho Alfónsez.
Como segundo hijo varón del rey de León y conde de Castilla,[1] Fernando I, y de la reina Sancha de León, a Alfonso no le habría correspondido heredar. Sin embargo, en 1063, Fernando I convocó una Curia Regia para dar a conocer sus disposiciones testamentarias en las cuales, siguiendo la ley navarra, decidió repartir su patrimonio entre sus hijos:
* A Alfonso le correspondió el Reino de León que llevaba incorporado el título de emperador y los derechos sobre el reino taifa de Toledo.
* A su hermano, el primogénito Sancho, le correspondió el Reino de Castilla, creado por su padre para él, y las parias sobre el reino taifa de Zaragoza.
* A su hermano menor, García, le correspondió el Reino de Galicia creado a tal efecto y los derechos sobre el reino taifa de Sevilla y el reino taifa de Badajoz.
* A su hermana Urraca le correspondió la ciudad de Zamora.
* A su hermana Elvira la ciudad de Toro.
Alfonso tuvo que enfrentarse desde muy pronto con los deseos expansionistas de su hermano Sancho quien, como primogénito, se consideraba el único heredero legítimo de todos los reinos de su padre. Los conflictos se inician cuando en 1067 fallece la reina Sancha, suceso que abrirá un periodo de siete años de guerra entre los tres hermanos y cuyo primer acto tendrá lugar el 19 de julio de 1068 cuando Alfonso y Sancho se enfrentan en Llantada, en un juicio de Dios en el que ambos hermanos pactan que el que resultase victorioso obtendría el reino del derrotado. Aunque Sancho vence, Alfonso no cumple con lo acordado a pesar de lo cual las relaciones entre ambos se mantienen como demuestra el hecho de que Alfonso acudiera, el 26 de mayo de 1069, a la boda de Sancho con una noble inglesa llamada Alberta y donde ambos decidieron unirse para repartirse el reino de Galicia que le había correspondido a García, el menor de los hijos de Fernando I.
Con la complicidad de Alfonso, su hermano Sancho entra en Galicia en 1071 y, tras derrotar a su hermano García, lo apresa en Santarém encarcelándolo en Burgos hasta que es exiliado a la taifa de Sevilla gobernada por Al-Mutamid. Tras eliminar a su hermano, Alfonso y Sancho se titulan reyes de Galicia y firman una tregua que se mantendrá durante tres años.
La tregua se rompe con la batalla de Golpejera en 1072. Las tropas de Alfonso salen victoriosas, pero éste decide no perseguir a su hermano. Durante la huida, el Cid convence a Sancho de que se reagrupen y, por la noche, caigan sobre las tropas alfonsíes con lo que Sancho consiguió el triunfo, al cogerlas desprevenidas esta estratagema[cita requerida]. Alfonso fue hecho prisionero y encarcelado en Burgos, de donde logra fugarse refugiándose en la taifa de Toledo bajo la protección de su vasallo el rey Al-Mamún. (Otras versiones dicen que se le peló y se le obligó a tomar la casulla en el monasterio de Sahagún de donde huyó con la ayuda del abad y del conde Pedro Ansúrez).
Alfonso, desde su exilio en Toledo, logra el apoyo tanto de su hermana Urraca como de la nobleza leonesa que se hacen fuertes en la ciudad de Zamora obligando a Sancho, en 1072, a sitiar la ciudad para someterla. Durante el cerco, un noble zamorano llamado Vellido Dolfos se presenta ante el rey como desertor y con la excusa de mostrarle los puntos débiles de las murallas, lo separa de su guardia y consigue acabar con su vida de una lanzada.
El asesinato de su hermano Sancho, que no dejó descendencia, permitió a Alfonso recuperar su trono y reclamar para sí Castilla y Galicia.
En este momento, el romancero del Cid sitúa la jura exculpatoria de la posible participación de Alfonso en el asesinato de su hermano, que tomó El Cid en la iglesia de Santa Gadea de Burgos (Jura de Santa Gadea) y que provocarían una relación de desconfianza mutua entre ambos, aunque Alfonso intentó un acercamiento al ofrecerle en matrimonio a su sobrina Jimena Díaz junto a la inmunidad de sus heredades. Estos hechos y sus consecuencias, completamente ficticios, llegarían con el tiempo a ser considerados históricos por multitud de cronistas e historiadores.
La muerte de Sancho también fue aprovechada por García para recuperar su propio trono, pero al año siguiente, en 1073, fue llamado por Alfonso a una reunión, siendo apresado y encarcelado de por vida en el castillo de Luna, donde fallecería finalmente en 1090.
ESto es a título de curiosidad i la pregunta es :
Actúo bien alfonso matando a sus dos hermanos?