por ELDORODWEN el Dom Nov 13, 2005 6:16 am
¿EXISTE SANTA CLAUS?
Como resultado de una de las mayores investigaciones realizadas en el mundo, con la colaboración de un grupo de Ingenieros de Caminos, Físicos y Biólogos, y por supuesto, espeluznantes relatos de miles de testigos, se han obtenido las siguientes conclusiones acerca de la existencia de Santa Claus:
1º. Ninguna especie de reno puede volar. No obstante, existen 300.000 especies de organismos vivos pendientes de clasificación y, si bien la mayoría de ellas son insectos y gérmenes, no es posible descartar completamente la posible existencia ente ellas del reno volador que solo Santa Claus conoce.
2º. Hay unos 2mil millones de niños (considerando únicamente a las personas con menos de 18 años) en el mundo. Pero, dado que Santa Claus no parece que se ocupe de los niños musulmanes, hindúes, judíos y budistas, la cifra se reduce a un 15% del total (unos 378 millones, según las estadísticas mundiales de población) Según las estadísticas se puede calcular una media de 3,5 niños por hogar, por lo que estamos hablando de unos 91,8 millones de hogares (suponiendo que en cada uno de ellos, haya al menos un niño que se haya portado bien)
3º. Los datos facilitados por los profesores de Astronomía de nuestra Escuela indican que Santa Claus dispone de 31h en nochebuena para realizar su trabajo, gracias a los diferentes usos horarios y a la rotación de la Tierra (se supone que viaja de Este a Oeste, lo cual parece lógico, y considerando, cómo no, la hora oficial) Esto supone 822,6 visitas por segundo. En otras palabras, en cada hogar cristiano con un niño bueno, Santa Claus tiene 0,001s para aparcar, salir del trineo, saltar al tejado, buscar la chimenea, bajar por ésta, llenar los calcetines, repartir los demás regalos bajo el árbol, comerse lo que le hayan dejado, trepar otra vez por la chimenea, subir al trineo y marchar hacia la siguiente casa (los renos no beberán ni comerán nada durante las 31h) Suponiendo que cada una de estas 91,8 millones de paradas está distribuida uniformemente sobre la superficie de la Tierra (lo cual es falso, pero, puesto que trabajamos con infinitésimos y podemos realizar, además, un ajuste lineal de los tiempos, despreciaremos el error), hay 1,2Km entre casa y casa.
Esto da un recorrido total de 110millones de Km; sin contar lo necesario para las paradas a hacer lo que cada uno de nosotros haría al menos una vez en 31h. Se deduce de ello que el trineo de Santa Claus se mueve a unos 1000Km/s, 3000 veces a velocidad del sonido. Como comparación, el vehículo fabricado por el hombre que mayor velocidad alcanza, la sonda espacial Ulises, se mueve a unos míseros 43Km/s. Un reno convencional puede correr a una velocidad punta de unos 24Km/h.
4º. La carga del trineo, según cierto profesor de Mecánica, añade otro elemento interesante al estudio. Suponiendo que cada niño sólo se lleve un juguete de tamaño mediano (0,9Kg), el trineo transporta unas 321.300 toneladas, sin contar a Santa Claus a quien siempre se le describe como bastante rellenito. En la Tierra, un reno convencional no es capaz de transportar más de 150Kg. Aunque el reno volador pudiera transportar 10 veces esa carga, no bastarían 8 o 9, sino que se precisarían unos 214.200 renos. Esto incrementa la carga (sin contar el peso del propio trineo) a unas 353.430 toneladas. 5.353.000 toneladas viajando a 1000Km/s crea una resistencia aerodinámica enorme, que provocaría un calentamiento de los renos similar al que sufre una nave espacial en su entrada a la atmósfera terrestre. La pareja de renos que vaya a la cabeza absorberían un trillón de julios de energía por segundo, cada uno. Se incendiarían y consumirían casi al instante, quedando expuesta la pareja de renos posterior.
También se originarían unas ondas sonoras ensordecedoras en este proceso. El tiro de renos al completo se vaporizaría en 4,26 milésimas de segundo. Santa Claus, mientras tanto sufriría una fuerza centrífuga 17.500,06 veces superior a la de la gravedad. Si Santa Claus pesara 120Kg (lo cual es incluso demasiado delgado), sería aplastado contra la parte posterior del trineo con una fuerza de más de 2 millones de Kg, por consiguiente, si Santa Claus existió alguna vez y llevó los regalos a los niños en Navidad, ahora está muerto.
De la revista “Vial” de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Caminos Canales y Puertos de Granada.