Capítulo 4
EN LOS PUERTOS DE BELCARTMientras Kara y Gil discutían en el palacio del pacto, Mafioso y Niko se encaminaban hacia los puertos de Belcart, la cabalgata fue larga y no se detuvieron a descansar más que dos veces, y para que descansaran los caballos, Mafioso tenía un ánimo que no parecía acabarse nunca, esa noche cuando llegaron a los puertos de Belcart, descendieron por ellos hacia una taberna, abrieron la puerta y lo encontraron todo repleto de gente, caminaron hasta el fondo donde se reunieron con un interesante trío que conversaba en susurros en un oscuro rincón de la taberna.
—Miren, pero si es el viejo lobo… ¡Cuánto tiempo Ark! —Dijo Mafioso al más cercano y este se levantó para estrecharlo en un fuerte abrazo.
—El cuervo Mafioso, tan descarado como siempre. —Fue la lacónica respuesta de Ark.
—Death y Narat, linda parejita de hermanos… ya entraron también al mundo de la piratería? —Dijo Mafioso dirigiéndose en voz baja y socarrona a los otros dos que estaban sentados, un hombre y una mujer respectivamente, y que le miraban con una amplia sonrisa.
—En todos los años que llevo vagando por Gardis —Comenzó a decir Narat— aun no consigo a nadie que te llegue a ti, Mafioso, bueno, tal vez Gil, pero…
—Déjalo en paz, Narat, ya tendremos tiempo suficiente para molestarlo en el barco… —Dijo Death con una socarrona sonrisa y haciendo brillar en sus manos una moneda de plata como mínimo debía llevar unos dos siglos en desuso.
Esa noche, para asombro de Niko, abordaron a un barco, era el primer barco en que se montaba y la experiencia no le agradó mucho, pero pronto se acostumbró. Antes de que todos se acostaran se fueron a la sala del capitán, que era Ark, y se sentaron a conversar, el centro de la conversación era Niko, cosa que le asombró mucho.
—Bueno, Niko de Haralom, eres un de los pocos que hemos escogido para que nos acompañes —Dijo Mafioso— de todos los elegidos para la rebelión serás uno de los pocos que entrará a la Legión, y el único que entrará “A Priori”, tu padre y tu abuelo fueron legionarios, tu abuelo murió cuando tu padre apenas estaba entrando, yo estuve con él, y tu padre tuvo la mala suerte de caer prisionero, no hemos vuelto a saber de él, por eso nunca lo conociste.
—¿Mi padre y mi abuelo fueron miembros de la legión?
—Sí… –Dijo Narat– Todos lo conocimos, estuvo con nosotros cuando se destruyó el Ojo de Falacor…
—¿El ojo de qué?
—El Ojo de Falacor, es una inmensa joya de cristal y plata, envuelta en una poderosa magia, nos permite conectarnos entre nosotros y hacer muchas cosas más, pero eso ya lo sabrás a su tiempo, tu padre escondió el Ojo de Falacor, pensamos que había sido destruido, pero no, él lo escondió con la ayuda de Gil, otro de los legionarios, para que las demás joyas no fueran encontradas y destruidas, y sobre todo para que no se localizara la Cámara de las Joyas.
—¿La Cámara de las Joyas?
—Sí, la Cámara —Dijo Death— los legionarios no podemos morir, pero nuestros cuerpos están hechos con la materia de la tierra y pueden ser destruidos, cuando esto ocurre nuestra alma viaja hasta la Cámara y allí es encerrada en una Joya hasta que el fin de Gardis llegue.
—Oh…
—Ese destino también te espera a ti, eres inmortal como nosotros, aunque no lo sepas…
—¿No estarán jugando con migo?
—Por supuesto que no, nosotros no jugamos… –Dijo Ark.
—Te necesitamos —Dijo Mafioso—, de lo contrario no te hubiéramos dado tanta información, además… estas marcado, y ellos te reconocerán, y te matarán en cuanto te vean, no tienes opción…
—¿Y por qué me necesitan?
—Por que tu padre oculto el mapa de la ubicación del Ojo de Falacor en ti… —Dijo Mafioso.
—¿En mí?
—Sí…
—¿Cómo? ¿En que parte? —Dijo Niko, preguntándose si lo habría metido dentro de su cuerpo, pues nunca había tenido ningún tatuaje. Pero Mafioso se llevo una mano a su frente y apoyó su dedo índice en la sien.
—Aquí —Dijo.—Tú eres el mapa…
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disculpen la tardansa
