por lord_alvar el Mié May 11, 2005 7:43 pm
Era un periodo de guerra en todo el mundo. Los grandes ejércitos, las hordas del mal y los caballeros de la luz, se enfrentaban y destrozaban todo aquel lugar por el que pasaban.
En estos tiempos, es normal ver grandes cantidades de viajeros por las ciudades, ya sean refujiados por la guerra, o guerreros que esperan conseguir fama y fortuna...
Generalmente, estos viajeros solo se quedaban en la ciudad de Kabatim un par de dias, pues se dirijian a ciudades mas importantes.
Nunca ocurría nada especial. Los viajeros llegaban, los posaderos ganaban grande sumas de dinero...
Ese parecía un día tan normal como cualquier otro. Entre los refujiados solo se destacaba a una joven mujer, refujiada por su aspecto cansado y desaliñado, pero aun asi se notaba su antigua hermosura. Su pelo, extremadamente blanco para aquella edad, contrastaba con sus azulados ojos, oscuros como las profundidades del oceano.
Cuando todos los refugiados se habian dispersado por la ciudad, ella se habia quedado plantada en mitad de la plaza, mirando a su alrededor con curiosidad. Parecia que nunca hubiese estado en una ciudad, como si todo lo que viese le resultase extraño y apasionante, a pesar de encontrarse en una de las ciudades que ams miseria tenian.
La joven estuvo todo el día en la plaza, observando con admiracion y curiosidad cualquier cosa de los tenderetes existentes. Se hizo casi de noche, cosa que parecio no notar. Pero cerca, en una taberna, alguien si la vio a ella, y, bajo los efectos de la bebida, unos hombres salieron a su encuentro, que no los vio hasta que era demasiado tarde. Asustada, intento huir, per le fue imposible, los hombre se le hecharon encima antes de que pudiese siquiera intentar huir, reían como locos y apestaban, no eran conscientes de sus actos, pero no significaba que no fuesen peligrosos. Pero cuando Parecian capaces de cualquier cosa, una espada centelleo en el aire y atraveso a uno de ellos el estomago. Sorprendidos, todos se volvieron para ver a un guardia de la ciudad, un antiguo refujiado que eligió quedarse para ayudar a la gente. Los demas hombres se le hecharon encima pero, con un agil giro, se aparto antes de que el primero fuese capaz de desenvainar su arma, y tmb lo atraveso. Con 2 de ellos muertos, los demas se acobardaron y hulleron, no sin antes dirigir una furiosa mirada hacia el atacante, quien no dudo en responderlos con una furiosa mirada, que hizo estremecerse hasta al mas fuerte.
El guardia se aseguro de que la muchacha estuviese bien y la llevo a una posada. Al mirarla, se dio cuenta de que aquella pobre muchacha no tendria nada, asi que le doy unas cuantas monedas para que pudiese dormir traquilamente por un tiempo.
Una vez hecho esto, el guardia volvio a su puesto. Pero parecia preocupado “¿por qué la he ayudado?eso no es propio de los mios pero, sin embargo, me alegre de hacerlo. Pero ¿por qué lo hcie?...”.
Al dia siguiente, se sorprendio al ver que la muchacha le habia ido a buscar. Estaba contenta, o eso parecía. Por un tiempo, el se mostro reacio a aceptar su amistad, pero no pudo negarse. Seguia diciendose que no era propio de él, que deshonraba a los suyos, que no debia hacerlo, pero al final eso no le importo.Solo le importaba estar con ella.
El guardia al fin habia tomado una decisión. Nunca la abandonaría. Tras semanas, ya se habian ido a vivir juntos, tenian su propia casa, per ella no parecia contenta, ams bien preocupada.
Una dia, decidieron tomarse un descanso e ir a un lago cercano. Perdieron la nocion del tiempo y, cuando ya se hizo de noche y las lunas empezaban a salir, dieron, por primera vez desde que se conocían, rienda suelta a su pasion. Fue una gran noche, o eso pensó él, quien aun estaba preocupado. Ya dormidos, ella se levantó intentando no hacer ruido. Se acerco a la orilla del lago, donde empezó sollozar. Intento no despertar a su compañero, pero este se desperto, y oyendo su lloro, se acerco a ella sigilosamente. Cuando estuvo a su lado, la rodeo los hombros con el brazo. Ella parecía alejarse, pero no pudo dominar sus sentimientos, al reconocer lo reconfortada que se encontraba junto a él. Entonces, entre sollozos, habló:
Ella:“esto no puede seguir asi...”
él: “¿qué quieres decir?”
ella: “tenemos que hablar, necesito contarte algo...”
estuvieron hablando durante mucho tiempo de cosas insignificantes, sin atreverse a hablar ninguno de los 2 de lo que realmente queria, hasta que él por fin se atrevió. Ella intento persuadirlo cambiando de tema, pero el estaba decidido a decir lo que quería decir, pues sabia que nunca mas volvería a encontrar el valor suficiente. Tras una breve charla de advertencia, él se alejo de la orilla, dirigiéndose hacia una zona ams despejada, de unos 15 metros de diametro. Al momento, parecio sufrir dolorosas comvulsiones, epro en realidad, su forma estaba cambiando ante los aterrados ojos de su amada. Su tamaño crecia, a la vez que sus brazos y piernas se doblaban en angulos casi imposibles para un humano. Su piel, antes blanca y blanda, se dura y azul por momentos. De su espalda brotaron estrañas formas, que pasarn a transformarse en unas corriaceas alas. Su cabeza se alargo, formando la de un reptil gigante. La verdadera forma de un dragon azul habia suplantado a la ilusión de la forma humana de su amado.
Ella, con los ojos aun abiertos de terror, miraba directamente hacia los ojos de lo que antes era su amado. Esos ojos, que debían de ser crueles, no reflejaban mas que tristeza y lamento. NO podia soportarlo más. Antes de que lo pudiese notar, se hallaba corriendo por el bosque hasta que, cansada, se tumbo junto a un árbol a llorar.
Tomando su anterior forma humana, el dragon azul camino lenta y pesadamente siguiendo las huellas dejada por su compañera. No queria forzarla a aceptarlo, no queria forzarla a continuar con él, la queria demasiado para ello.
Al llegar a su aldo, se mantuvo alejado, con la cabeza gacha, esperando su reacción. Cuando por fin recobro la compostura, ella se levantó y se puso frente a él, y le dijo lentamente...: “no te tengo miedo por lo que eres, pues te comprendo más de lo que puedas imaginar. No tengo miedo de nuestra relación, pues sacrifique todo lo que tenia por ella. Sin embargo, si tengo miedo por nosotros, pues si segimos adelante, siempre estaremos en peligro...”. No pudo aguantar más las lagrimas, que empezaron a escurrirle por los ojos. Sentia la necesidad de acercarse a él, de recostarse contra su hombre, donde se sentía segura, pero no queria hacer algo que la condenaria de por vida.
Él, desconcertado por lo que acababa de oír, se quedo expectante a que continuara. “¿aún no lo has notado, verdad?mirame a los ojos. Mira detrás de esta ilusión. Mirame tal y como soy, amor mío”, dijo ella entre lagrimas. “no soy diferente de ti. Los 2 sabiamos la verdad, pero nos negábamos a aceptarlo. No lo nieges ahora, que es evidente.” Él, empezando a comprender, retrocedio un paso, como si lo hubiesen abofeteado. “Si, lo entiendes, yo soy...”
“¡¡¡un dragón plateado!!!”
Tras esta frase, todo el bosque quedo en silencio, expectante a los siguientes sucesos. Él estaba sorprendido, cn los ojos abiertos por la sorpresa, pero su semblante reflejaba mas miedo que sorpresa. Ella, con lagrimas aun recorriendole el rostro, no pudo mantener su mirada y hehco a correr hacia el bosque, alejandose de la ciudad. Los sonidos nocturnos del bosque volvieron a su rutina. El dragon estaba solo, sin ninguna compañía más que su amor roto. Al fin reacciono. Hecho a correr en direccion contraria a la de su antigua compañera, las lagrimas resbalaban por sus mejillas. Se perdio tras los arboles, epro al momento, un enorme dragon azul surco el cielo, su vuelo se mantuvo silencioso hasta que llego muy alto, donde un aullido de tristeza y desesperacion se dejo oir....