por El Heraldo de Nurgle el Mié Sep 30, 2009 2:49 pm
Capitulo 3
-Discúlpeme joven, ¿podría traernos unas cervezas?- pidió un hombre alto y delgado, con la cabeza limpia de cabello natural.
-En seguida- respondió el joven.
Al cabo de dos minutos llegó con cinco cervezas y las puso en la mesa del hombre. Alrededor de la mesa estaban sentados otros tres hombres y una joven, todos con expresiones de vacío y miradas hacia la lejanía. Heraldo se fijó en uno que llevaba el cabello largo. Aquel escondía parte de la cara tras su cabellera. Heraldo notó que la joven también dejaba que su cabello tapara su cara, como si ambos escondieran algo. Se ruborizó por su pensamiento, ¿qué iban a ocultar unas personas normales?, además, venían de Timirp Sereek, aquella era una tierra de hombres y mujeres honestos, fieles y de buena fama, o al menos eso creían todos.
-Hija mía- llamó la atención el hombre alto.
-Padre, ¿sucede algo?- preguntó la aludida.
-Tu y Gusster deben irse a Elarg Neel, y encontrar a su madre, ella les guiará, y solo cuando ella lo diga, volverán-
-Elarg Neel es la tierra de los muertos, ¿no?-
-El paraíso. En el camino a Elarg Neel, se encontraran con Jortecus, el ardilla elfo del oasis Sanju. No le crean nada, solo tratará de confundirlos-
-Si, padre-
-Gusster, quiero pedirte que aceptes todo lo que te voy a decir ahora, por favor-
-Como desees, padre- respondió el joven de cabellos rizados.
-Es primordial que, si van allí, estén protegidos. Por eso irán con Ostín, y le obedecerán-
-¿Con Ostín?, pero, padre, ¿no debería yo ir a cargo?- exclamó disgustado Gusster.
-No, Ostín es el apropiado-
Justo después de pronunciar esas palabras, apareció Mafioso. Era un hombre justo y bondadoso, pero también muy astuto para los negocios. Mafioso sabía que ir hasta Elarg Neel era peligroso, pero volver de allí suponía traer riquezas al mundo de los vivos. Fue por eso que decidió llamar a Heraldo y meterse a la conversación de los extraños.
-Me perdonará, hombre de Timirp Sereek, pero he oído su conversación, y no he podido evitar preocuparme. Sus hijos irán a Elarg Neel, y podrían no volver. Es por ello que me veo obligado a prestarle toda mi ayuda, y a mi propio hijo, para que tan noble proeza se lleve a cabo sin desfavorables situaciones. ¿Aceptaría mi ayuda, noble hombre?- recitó Mafioso, en lo que parecía ser el más convincente discurso.
-¡Por Archias, noble tabernero! Su ayuda supondrá una mejoría invaluable en la futura expedición de mis hijos. Le agradezco profundamente su generosidad, Oh, bondadoso hombre. ¡El Señor de todos nosotros le haga justicia en la vida y le salvaguarde en la muerte!- exclamó Estebanes, el hombre sin cabello. Estaba tan feliz por la ayuda que le prestaría el desconocido, que ni siquiera tuvo tiempo para pensar en sus intenciones. La desesperanza lo había consumido, y ahora sin más debía entregarse a los placeres del caprichoso Señor de los mortales.
Esojiul, el quinto integrante del grupo de Estebanes, ya estaba aburrido de solo escuchar. Alzó el tazón y exigió la presentación del tabernero y su hijo.
-Yo, joven de ojos oscuros, soy Mafioso Saaba, y este es mi hijo Heraldo Saaba-
-Yo soy Estebanes Cuz, los dos de cabellos rizados son mis hijos, Elfa y Gusster Cuz. El chico de ojos del color de la noche es Esojiul So y el chico de cabellos negros es Ostín, hijo del viajero-
Una vez presentados, Mafioso les invitó a pasar a las habitaciones de la posada, donde se acomodaron y descansaron.
La cámara del legítimo solo tenía dentro a los cautivos. Eidahan y la madre del Legítimo recién despertaban de un incomodo sueño.
-¿Qué sucedió con el Dragón de esta cueva?-
-Él lo mató. De todas formas era mi hijo o el escamoso-
-No insultes a Alvar, fue un buen dragón- recriminó el Fénix –Y debiste dejar que se comiera al chico, tanto fue lo que lo protegiste y se volvió en tu contra-
-Era de esperarse, no debí dejarlo aquí solo por ser bastardo-
-Hijo de un loco mal nacido, nunca entendí como perdiste tu honor con alguien así-
-Cuando se es joven, se es precipitado, impulsivo y arrogante. Nunca imagine que mis actos producirían esto, y mucho menos iba a suponer que tenía más futuro que como mujer de un aldeano loco como él-
Los pasos de alguien resonaban en las paredes de la cueva, Eidahan y la mujer callaron. El Legítimo se asomó por la entrada a la cámara con expresión asesina, llevaba un ciervo muerto en la boca. Estaba ensangrentado, todas sus ropas empapadas en sangre del animal que era su presa. Eidahan le miró con asco, la mujer con compasión.
-Hijo, ven a que te limpie, y deja que se cueza el animal en Eidahan- le pidió la mujer.
-Va…Vale- accedió acercándose el chico.
La mujer tomo al ciervo y lo puso junto a Eidahan, si bien sus muñecas eran rodeadas por el más duro grillete de cuerno de unicornio, las cadenas eran tan largas que le permitirían llegar hasta la entrada de la cámara. Luego cogió al legítimo y le cambió la ropa, sin importarle lo que le pasará a Eidahan al ver el cuerpo desnudo del crío. El instinto maternal que tenía, sumado a la culpabilidad, la transformaban en la mujer secuestrada más dulce de la tierra. Limpió al muchacho con trapos del suelo, y le vistió con las ropas que hace muchos años ella misma había dejado allí. Luego, lo tomó entre sus brazos y le cantó hasta que la carne del animal estuvo cocida y los tres comieron.
Eidahan era el único que parecía estar acorde con la situación. Un muchacho lo había secuestrado a él y a su Señora, el muchacho era el hijo de la Señora, y más importante, ver el cuerpo desnudo del muchacho le hería como si fueran agujas penetrándole los ojos y rasgándole los músculos oculares. El legítimo y su madre parecían reencontrarse, una preciosa y enferma reunión familiar.
もし何かことに専念したい場合は価値はないのが一番だし
Drow
Heraldo Duredspar, hijo de Chaman, nieto de Confu, sobrino de Hielo
75% en el Frikitest
Caballero Jedi o_O
ESPAÑA