por Eidahan el Vie Abr 04, 2008 2:18 am
este es un poco mas largos, dos páginas en word
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Capítulo
7
EN LOS MUELLES DE HARALOM, LOS PENSAMIENTOS DE LORIANT
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En nuestro anterior capítulo Jena y Gil habían sido capturados nada más y nada menos que por uno de los emisarios de la Orden de Galadros, estos tras discutir con el encargado del Imperio de Harlom, habían terminado por matarlo y habían decidido matar también a Jena y a Gil, pero el saber si escapan o no de esto no lo averiguaremos aquí, pues Diem está arribando a los Puertos de Haralom, y tenemos que ver que es lo que pasa…
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Lleg
ar a Haralom era una de las maravillas más impresionantes, era el puerto más importante de todo el sur de Silverin, Diem lo contemplaba, su blanca piel se había tornado un poco más trigueña al contacto con el sol y al haber abandonado las frías regiones de Soulom. Era ya el amanecer y el puerto bullía de actividad. Desembarcaron al norte del puerto y se dirigieron a la casa de “un amigo”.
Diem era alto y ese día vestía una larga túnica gris y raída por la vida a la intemperie, Limir, ese día llevaba una larga túnica negra, algo pálida, se había dejado la capa en el barco, su larga melena de pelo negro cayéndole por la espalda, y Elenian, alto y barbudo, iba algo mal afeitado y con su in-peinable mata de pelo siguiéndole a todos lados.
Entraron en una casa vieja y destartalada que parecía que se caería con el viento, en la calle, todo estaba muy agitado y lleno de gente, como era costumbre en los puertos, y más en el Puerto de Haralom, pero Perdy percibía algo más, sentía que había algo que olía mal en el ambiente, podía sentir el miedo y la aprehensión en el aire…
-Bueno… ya era hora –Anunció una voz vieja y cansada- pensé que ya no llegarías…
Un hombre algo anciano y con un poco de barba se acercó a ellos en la vieja y polvorosa habitación, unas líneas canosas se veían ya en su largo pelo negro.
-Sabes que nunca llegamos tarde Dean… -Dijo Diem- pero esta vez tuvimos unos cuantos inconvenientes para encontrar al chico…
-OH… sí, ya lo veo, es casi igual a su padre cuando era joven… -Dijo Dean.
-Sí… pero necesitamos saber del resto, cómo están…
-Ah sí, el resto, están muy agitados, sabes? Dicen que no quieren perder el tiempo, que ya los han encontrado y que deben moverse rápido, tienes grandes problemas señor Diem, por que los han descubierto, y pronto caerán sobre ustedes…
-¿Que no han qué?
-Descubierto, señor, no han ordenado el ataque por que lo espera a usted, pero todo esta preparado…
-No podemos empezar hasta que no llegue Gil…
-Ah sí…. Nadie sabe que pasó con él, llegó a Ictiar hace dos días y debería haber llegado aquí ayer en la noche, pero no lo hizo… informaron sobre un ataque a un carruaje del pacto esta mañana, pero nadie sabe si ellos estaban allí…
-Si Gil esta aquí sabrá como arreglárselas, debemos movernos…-Dijo Elenian tomando a Diem por el hombro.
-Sí, Elenian ve a avisar a todos, que comiencen ya… -Dijo Limir- Diem, tienes que ordenar el ataque… yo me quedaré con Perdy, me encargaré de que esté seguro…
-Está bien, pero haremos algo muy distinto, Elenian, tu irás a buscar a Gil en donde quiera que esté, debe de haber sido esa emboscada, ve hasta allá y asegúrate de encontrarlo, yo iré con los demás, Limir, tú y Perdy vayan al barco con Dean y avisen a Gold, que él avise a al resto, la rebelión total no debe aplazarse más de un día…
Loriant se había quedado en el barco, había observado con interés la rápida relación que se había formado entre Limir y Perdy, sonriendo para sí recordó a una pareja similar, ella y Sorba, el padre de Perdy, 15 años atrás, cuando se habían conocido, Sorba acababa de entrar a la legión, y entonces ocurrió la Caída de Sianq y la perdida del Ojo de Falacor, y Sorba murió allí, sólo Gil lo había visto morir, y sólo a Dárhalam le contó todo lo que él había visto.
Extrajo de entre sus ropas un fajo de papeles, allí estaba la última carta que habían recibido de Gil, había sido escrita unos meses antes, en Nodiam, cuando este se disponía a partir, en ella Gil pronto contó que el Ojo de Falacor no había sido destruido como todos esperaban, si no que había sido escondido por Sorba.
Él mismo había entrenado a Sorba, y sabía que no poseía la destreza suficiente como para manipular un objeto tan poderoso como el Ojo de Falacor, y se preguntaba cómo habría hecho para crear un conjuro tan poderoso que escondiera el Ojo sin dejar el menos rastro y dejar una pista tan difícil de extraer o manipular: los pensamientos de su propio Hijo.
Volvió a guardar los pergaminos y avanzó hasta la cubierta del barco, contempló la negra mortaja de nubes que esa noche cubrían los puertos, una sabana oscura que arropaba la ciudad, el frío viento de invierno colándose entre los edificios como si fueran delgados dedos, hurgando entre los secretos de la vieja ciudad.
Bajó del barco y se encaminó por los puertos hacia la ciudad.
Eidahan Fenyx | Pollution Guitar Man | CdC is Alive G.O.D