por Eidahan el Mar Abr 08, 2008 11:18 pm
weno, hola a todos de nuevo, los pocos que se leen esto... aquí voy con el capítulo 11
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Capítulo 11
EUSKARIS I, LA APARICIÓN DE SONDS
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EN NUESTRO CAPÍTULO ANTERIOR
El dragón marino que Limir llamó Euskaris atacó finalmente a nuestros compañeros en el barco y todos se disponen a luchar con él, aunque el miedo al terrible animal los asedie. En otro lado, Jena despierta frente a la batalla del Palacio Imperial y estaba a punto de ser asesinada, pero la ayuda llega justo a tiempo.
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Naves incendiadas se veían por todos lados, era como lirios rojizos con pétalos de mortíferas llamas floreciendo en las oscuras aguas a cada explosión. Desde el barco era difícil entender lo que ocurría, pero parecía que la principal batalla se estaba librando en tierra, se oían muchas detonaciones desde allá, en el agua buena parte de la situación ya estaba controlada, al menos en lo que respecta al combate con las naves imperiales... reducirlas había salido caro... de las 22 naves rebeldes 5 habían sido hundidas en el asalto y 7 más estaban seriamente dañadas, a pesar de haber realizado el ataque por sorpresa el ejercito imperial había reaccionado con presteza y lograron hacerle frente a la tropa rebelde durante casi 4 horas, la nave de Gol sin embargo se había mantenido casi al margen, pues ellos tenían en la nave al que denominaron “El portador”... Perdy.
Limir había aparecido tan de pronto como se había esfumado, el cielo de la ciudad estaba amortajado con el humo de los incendios y combates en el puerto, siniestramente iluminado por el fuego de los mismos, Limir caminó hacia el puente, su oscura figura recortada contra las distantes y destellantes llamas, un frío viento soplaba del noreste alborotando sus cabellos, Perdy se había puesto su vieja y raída capa para protegerse del frío, pero era como si no la tuviera, el aura de terror que desprendía Euskaris, nadando bajo las oscuras aguas plagadas de los cadáveres de la contienda(Perdy echo una mirada y pensó que debían haber unos 1500 cadáveres flotando a la deriva en toda la bahía, producto del ataque sorpresa, una gran perdida, pues la marina había quedado técnicamente inutilizada). Limir estaba tensa, y entonces Perdy se sintió muy extraño, como si hubieran sentimientos en él que no le pertenecieran, había una preocupación extraña, no como el miedo que hace rato sentía, casi pánico, era distinta, había un dejo de angustia y sobre todo era como si fuera una terrible frustración... miró al frente y lo comprendió todo... era Limir... era ella la que se sentía así. ¿Cómo era que podía sentirlo? Esos no eran precisamente sus sentimientos, los de él, de Perdy, ¿Estaba acaso leyendo en su mente y su corazón? No tuvo tiempo a meditarlo mucho.
-¡Gold... tu hechizo se esta debilitando! –Había gritado Limir, sus largos cabellos removidos por el frío viento.
Hubo un fuerte temblor en el barco, un fuerte ruido bajo los pies de Perdy, como si algo se rompiera bajo sus pies, se tambaleo y casi cayó al suelo.
-¿Qué ha sido eso? –Preguntó asustado.
-Quizás dos o tres balas de cañón que nos han golpeado... –Respondió Gold sin mucho entusiasmo.– Están mejorando la puntería, no?
-¿Y eso que tiene de bueno? –Dijo Perdy exasperado.
Gold no se molesto en contestar, caminó hacia donde estaba Limir, apoyada en la baranda de popa mirando hacia las oscuras aguas, Perdy le siguió y se detuvo a un lado de Limir.
-¿Qué es lo que espera? –Preguntaba Limir, Perdy aún sintiendo esa desagradable angustia y frustración en su pecho.
-No lo sé... –Respondió Gold.- Es extraño... aun no me creo que mi hechizo lograra detener a un dragón marino... es la primera vez que me sale bien...
-¡Qué consuelo! –Comentó Limir.- Esto no me gusta nada... ¿Cómo diantre nos libraremos de ella?
-Usaremos la mornade... –Había dicho Gold.
-¿La mornade? –Dijo Perdy intrigado.
-¿Tienes una? –Había preguntado Limir.
-Sí... pero será arriesgado... con ella podemos llegar a salvo a tierra... –Dijo Gold.- Pienso que será la mejor opción, si la usamos bien mantendremos a ralla a Euskaris un buen tiempo. Al menos hasta que lleguemos a los puertos.
-Sí... es lo mejor. –Había concluido Limir.- No me siento segura atacando a un dragón sin Loriant... menos a Euskaris...
Hubo un segundo temblor... pero este fue distinto, el barco entero se sacudió.
-¡Limir! –Gritó Gold.
Todo ocurrió muy rápido, Limir se había movido con asombrosa rapidez, había retrocedido y sacado un cuchillo o una especie de daga, al frente algo se elevaba del agua, el barco se había tambaleado con fuerza y violencia y Perdy había rodado por el suelo, se había golpeado la cabeza y había cerrado los ojos con fuerza por el dolor, se llevo las manos a la parte trasera de la cabeza, el golpe había sido fuerte y por poco le hacía perder el conocimiento, se sentía mareado y el barco no dejaba de moverse, empujado por no sabía que, se había elevado un poco como si fuera a voltearse y luego se había estabilizado de nuevo, pero se movía aceleradamente. Se tambaleó un poco y se incorporó sobre sus rodillas, Limior y Gold estaban tras él, pero en frente una inmensa y oscura figura se elevaba coronada por dos llameantes ojos, los ojos le miraron y un dolor sin medida le ganó el cuerpo, el dragón le atravesaba con la mirada y era terrible, se sentía como si miles de agujas se clavaran en su carne, y de pronto recuerdos destellaban en su cabeza, su niñez, las míseras calles de Haralom, las tardes en casa de su abuelo, la muerte de su hermano mayor en las barricadas, las batallas en la línea Rombelt, y de pronto, el rostro de su padre, casi olvidado, apareció frente a él, y entró de pronto en los ojos de su padre y contempló a otro dragón, una habitación en ruinas, fuegos, dos hombres moribundos en el piso y otro a sus espaldas, apenas de pie, rayos de luz, sangre... todo era confuso... y de pronto, un dolor aun mas agudo y terrible en su cabeza y todo terminó de pronto. Estaba una vez mas en la cubierta del barco...
Escuchó como algo grande se sumergía en el agua y se dejó caer. Chocó contra alguien escuchó la voz de Limir, y de pronto estaba en sus brazos. Había sangre, pero no era la suya, abrió los ojos y vio que la muñeca de Limir sangraba, se había cortado las venas, observó a su alrededor, estaban sobre una especie de dibujo en el piso... estaba echo con sangre...
Jena había caído al piso, no entendía que había pasado, entonces recordó los disparos... claro... estaba salvada, alguien había aparecido, quizás hubiera sido Gil... de seguro que era él... alzó los ojos, pero no, no era Gil, dos hombres se acercaron a ella y apuntaron sus armas a su pecho...
-¿Quién eres? –Dijo uno.
Jena se sintió desfallecer... y ella que pensaba que estaba salvada, si decía cualquiera de sus identidades estaría muerta.
-Te he preguntado quién eres... –Había dicho de nuevo el hombre, Jena ni siquiera le había mirado directamente.
-N... no... no soy nadie... –Había dicho, no podía pensar, no conseguía como hacerlo, sólo quería salir de allí y correr lo más lejos posible de ese lugar.
-Ya cálmate Sonds, -había dicho el otro hombre- tranquila, no debes temernos... eres Jena, no?
Jena se quedó helada, su mente estaba en blanco... ¿Cómo era posible que supieran quién era ella? Alzó los ojos y contempló el rostro de un hombre de mediana edad, de largos cabellos.
-Soy Loriant, amigo de Gil... eres Jena, no?
Jena asintió, aliviada al oír el nombre de Gil, pero sobre todo, al contemplar los ojos del hombre llamado Loriant, pues veía en ellos el mismo brillo que en los ojos de Gil.
-¡Vamos! –Dijo Sonds.- Tenemos que irnos de aquí... entremos al palacio... nos refugiaremos allí... la caballería y la infantería imperiales ya penetraron el barrio este y lo bombardean con artillería... estarán aquí para el amanecer.
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esp
ero halla sido de su agrado... estoy por terminar el segundo apéndice y también el capitulo 12, quizas los publique hoy xD
Eidahan Fenyx | Pollution Guitar Man | CdC is Alive G.O.D