por chogas el Dom Nov 11, 2007 6:42 pm
Bueno aqui teneis, perdon por el retraso xD, espero que lo leais!! comentarlo! THX
Capitulo 3 : La reunión
El aire se humedecio, una brisa recorrio toda la esplanada de principio a fin... abandonando mi desconcierto me acerqué hacia un grupo de personas, todas parecian sobrepasar la edad
madura de los elfos, todos ellos constituian los ancianos de la aldea, sus cometidos eran simples pero no por ello resultaban faciles... los ancianos se encargaban de dar consejo, juzgar
y dirigir a la aldea elfa, seguidamente mandaban informes a los reyes explicandoles cualquier situacion anomala...««Como la que tenia lugar en estos momentos»» - Deducí.
-Bienvenido hermano... Chogas - Me recivieron de forma agraciada.
-Gracias, hermanos... por la oportunidad...
-Chs.. no digas nada, espera a escuchar toda la reunion... empezara en este instante..
El que parecia ser el lider de los ancianos o quizas el mas respetado de todos, giro su viejo cuerpo mientras se dirigia a lo alto de los bancos... mientras dejaba caer todo el peso de su
cuerpo a cada paso que daba, sus huesos parecian resentirse de la marcha y parecian querer derrumbarse a cada instante pero aun asi, la fuerza de voluntad que poseia aquel hombre
haria que sus huesos y musculos aguantaran muchos años mas.
Era una persona digna de admirar y que merecia todo el respeto de la aldea. Sus manos se dejaron caer sobre el altar, una nube de polvo se difundio por el aire... ya nadie podia recordar la ultima reunion que se habia llevado a cabo en el Arbol de las Edades, quizas fuera causada por la ultima guerra... o quien sabe, habrian transcurrido cientos de años desde entonces. Se
aclaro la garganta dispuesto a recitar un discurso de apertura.
-Queridos amigos, aliados, compañeros del campo de batalla... - Comenzo el venerable anciano - Hemos sido aqui reunidos para combatir las amenazas de Sarch, convocados para combatir nuestros miedos... algunos de nosotros hemos sido aliados en batallas pasadas y otros... fuimos enemigos, siento rememorar el pasado, pero es importante para enfrentarnos a lo que nos espera...
Muchos murmuros cruzaban la esplanada, unos maldecian a Sarch a otros se les podia percebir el nerviosismo en su tono de voz, la gran verdad era que todos estabamos asustados, los ejercitos de Sarch parecian imparables... a tal pensamiento me recorrio un sentimiento de impotencia enorme, el suelo se desvanecia ante mi mostrandome una epoca oscura, tinieblas recorriendo Warsage; hombres, mujeres y niños asesinados por una bandada de locos que solo buscaban la riqueza y el poder.
El anciano se volvio a dirigir a los presentes:
-¿Que debemos hacer?, resguardarnos en nuestras chozas esperando el dia en que nos asalten mientras vemos como todos nuestros seres amigos se consumen por el fuego... creo que nadie de nosotros espera tal oscuro final, pero la evidencia del poder de Sarch... no es aconsejable infravalorarla, por eso mismo hace unos meses decidimos formar "La Fortaleza", evitare descripciones pues todos sabeis perfectamente de que trata, sabiendo esto... hoy decidiremos que miembros la van a componer; ¡Representantes de todos los reinos se han reunido hoy aqui! - Dijo levantando la voz - Los mejores hombres formaran parte de "La Fortaleza", que de comienzo la presentación...
El anciano me dirigio una mirada sospechosa, pero inmediatamente volvio a mirar a los representantes de cada raza, como era de esperar los Altos Elfos eran los primeros en adelantarse... con ellos andaba Likimeya con la cabeza erguida, note como dos elfos dialogaban entre ellos... justo despues uno fue a hablar con el anciano postrado en lo mas alto de los bancos, mostrandole un pergamino el anciano lo agarro de forma cuidadosa y se volvio a acercar a los demas representantes.
-Por parte de los altos elfos, Likimeya, una de las elfas mas sabias existentes... - comunicó al resto de invitados.
El elfo que habia entregado el pergamino decendio de lo mas alto de los bancos y retrocedio con sus compañeros dejando a Likimeya en frente del anciano, este con una mirada de confianza la invito a sentarse en los bancos de la primera linea, donde, por lo que supuse, iban a ir sentandose todos los miembros de "La Fortaleza".
Llego mi momento, di un paso al frente para separarme de la multitud, aun no tenia claro si alguien diria una palabras por mi o tendria que mencionarlas yo mismo... mis dudas no tardaron en despejarse:
-Por mi parte y los ancianos de esta aldea, Chogas, un brillante joven druida... -Recitó de memoria
"Un brillante joven druida" , bonitas palabras...sobretodo para alguien que dara su vida por una digna causa, despues de todo... me conoceran como alguien especial. Seguidamente me situe al lado de Likimeya, la elfa me mostro una sonrisa cuando me senté consiguiendo apaciguar mis nervios... de esa forma mi corazon volvio a latir a un ritmo mas lento.
No os relatare como fueron las demas presentaciones, pues podriamos perder el tiempo con relatos sin importancia... lo realmente importante llegara despues, aun no os desvelare nada, no dejare que perdais la pasión por mis memorias tan pronto.
Los demas miembros se fueron presentando de uno en uno, por parte de los humanos Efrel, uno de mis mas queridos amigos... paladín de la luz, por otra parte tambien se encontraba un paladín de la oscuridad prestado a nuestra causa, su nombre Athos, el mal se formama en su sangre pero en esta guerra todos debiamos pertenecer unidos, tambien hubo otro miembro de las fuerzas del mal en nuestro grupo... parecia ser un vampiro... pero no... era algo mas superior, su poder le permitia viajar a la luz sin problemas, podria ser un mestizo o quien sabe... su mirada no denotaba ninguna emoción, su rostro blanco parecia incapaz de mostrar lastima o sufrimiento... en cambio mostraba continuamente una sonrisa misteriosa, mas acostumbrada a verse en los locos.
Estos eran todos los componentes de "La Fortaleza", los comentarios no se hicieron esperar, los mismos miembros de dicha organizacion empezaron a comentar entre ellos, yo me limitaba a mirar a un lado y a otro, mientras Likimeya me hablaba... pero las palabras no llegaban a entrar en mi mente... se quedaban a espensas de mi sorpresa, Efrel me poso la mano en el hombro a la vez que me miraba algo extrañado, acerco sus labios a mis oidos y me comento de forma misteriosa.
-Nose que demonios hacen esos dos aqui... pensaba que los seres oscuros no estarian de nuestra parte, pues...
No le dio tiempo a terminar la frase cuando Athos se giro intuitivamente al escuchar la conversación, agarro el brazo de Efrel y lo presiono con fuerza.
-Escuchame paladín, por estar del lado de las tinieblas no se puede decir que carezca de honor y dignidad - Siguio con la mirada clavada en ambos - mis padres murieron a manos de Sarch, no cesare mi busqueda hasta que su cabeza cuelgue de mis manos...
Termino girandose, dejandonos helados a ambos... he de admitir que en ese momento si pase miedo, sus ojos parecian alfileres sedientos de sangre, su mirada estaba mas afilada que el acero que empuñaba... pude apreciar el propio odio personificado.
Las horas continuaron mientras los representantes debatian si el grupo habia sido bien elegido, al comprobar que todos estaban deacuerdo nos hicieron llamar... todos juntos nos adelantamos enfrente de los representantes de cada raza y reino, entre ellos se encontraban los ancianos de la aldea, quienes me dirigian miradas de animo y confianza, justo las que necesitaba en esos momentos. Nos animaron a que partieramos raudos, cuando antes comenzaramos a andar antes volveriamos a ver a nuestros seres queridos... mi mente me volvio a llevar a mi hogar, junto a mi esposa... contemplando las mañanas otoñales, deseaba volver a verla... pero ya era demasiado tarde, debia partir...
Camino de la revolucion... [Road to revolution]