por chogas el Dom Oct 28, 2007 9:32 pm
Capitulo 1 : La Fortaleza
Volvia a amanecer, mi brazo busco el contorno de mi esposa en la cama... ya no estaba, debia ser realmente tarde pues ella se levantaba a media mañana
para acudir al bosque a pasear, segun ella «« Estas son las mejores horas del dia para escuchar el canto de los pajaros y sentir la brisa del viento en
tu rostro»», no podia recordar cuantas veces habia escuchado tales palabras, sin embargo siempre causaba una mueca de satisfaccion en mi rostro.
Escuche un ruido agudo en la habitacion que daba a la calle, la ventana estaba siendo golpeada por un pequeño ave, un gorrion daba picotazos sin parar
intentando llamar mi atención, mire sus pequeñas patas y pude observar que llevaba un pegarmino atado con una cinta roja ««La cinta que usan los ancianos
del consejo»» - Pense inmediatamente.
Sin mediar palabra abri la ventana pero el ave no hizo movimiento alguno - ¿Piensas pasar? - Le pregunte sarcasticamente. Este me miro de forma interrogante y enseguida
alzo el vuelo hacia el estante que se encontraba en la habitación, mis ojos siguieron todo su recorrido para no perderle de vista, este tipo de pajaros son extremadamente
inteligentes... y cuando menos te lo esperas ya te an vaciado cualquier estante de comida.
-Traigo un mensaje, elfo.- Escuche en mi mente. - El pergamino procede del consejo de sabios, se reunieron esta mañana y tomaron una decision que te repercute.
-¿Decision? - Agarre el pergamino entusiasmado y desice el lazo titubeando.
««Conoces el peligro que sufrimos, sabes todos los detalles, hemos revisado la peticion que solicitastes hace poco para unirte a La Fortaleza, debes comprender que
la situacion no es saludable para nosotros, los demas reinos ya han enviado a sus representantes, nosotros los Silvanos decidimos tomarnos algo mas de tiempo, siempre
hemos huido de la guerra, escondiendonos en los bosques... debido a eso la escasez de nuestros guerreros...
Si tenemos que mandar un representante a La Fortaleza no podra ser un guerrero, los mas capacitados deberan quedarse por posibles asedios, los demas no son lo suficiente
competentes para el nivel de dicha organizacion, de esta manera solo podemos enviar a algun sabio... alguna persona que posea el arte de la magia y habilidades de lucha por
encima de lo normal, ese alguien eres tu Chogas, hoy se celebra una reunion anonima sobre los ocupantes de la organizacion, habras comprobado que en estos dias han llegado
demasiados forasteros a la aldea, aparte de elfos tambien se han unido humanos, enanos y otras criaturas... te esperamos en la espesura del arbol de las edades cuando el sol
se retire, se puntual... no olvides traer contigo todo armamento que necesites, pergaminos y demas... por cierto, pidele a Kaiser que te acompañe, lo hara con gusto, te deseamos suerte»»
Quedé traspuesto ante tal escrito, mis sueños comenzaban a formarse poco a poco, La Fortaleza era un grupo de personas de distintas razas que buscaban el medio de frenar
la avanzada de Sarch, un maldito humano que tomo la decision de sumir a las demas razas bajo su mando, tiene pocos seguidores pero poderosos... debido a él estan muriendo
muchas personas, el fuego se extiende de norte a sur y nadie a conseguido contener su avance... la organizacion se propuso para encontrar el metodo de destruirle, tambien se
podria tomar como un grupo de apoyo para cualquier pueblo en problemas.
Sin dudarlo más sali de la habitacion en busca de Kaiser, sí, mi fiel amigo, el lobo blanco era como una parte de mi mismo, una criatura que conocia todas mis inquietudes y podia saber
que pensaba en cada momento, habiamos estado juntos desde que él era un simple cachorro y yo habia terminado mi formación como druida, desde el dia que lo sostube entre mis brazos...
no volvimos a distanciarnos. Como supuse el lobo debia encontrarse junto a su manada en estos instantes, intente entrar en contacto mental para avisarle de la noticia, debo confesar
que mi magia nunca a sido algo extraordinario, nada fuera de lo normal para un druida, pero mis lazos con Kaiser estaban tan unidos que me resultaba facil dar con su paradero en cualquier
situacion...
««¿Kaiser, me escuchas?»» - Pense para mis adentros.
««....Si....»»- Fue la respuesta obtenida por parte de mi compañero.
«« Me han ofrecido lo que pedí hace un tiempo ¿lo recuerdas? »»
««¿El consejo de ancianos terminó aceptando tu solicitud?»» - Me pregunto sobresaltado
««¡Si!»» - asenti dejando que la felicidad recorriera mi cuerpo - ««Tenemos una reunion esta noche, en el arbol de las edades, te espero allí, antes tengo que preparar mi equipo»»
««Alli estare »» - Concluyo Kaiser.
El contacto se rompio y sin darme cuenta me encontraba caminando por las calles sin algun rumbo propuesto de antemano, pero esto no me preocupaba en ese preciso momento,
mi mayor preocupación era encontrar a mi esposa antes de la caida del sol para poderme despedir de ella, no sabia cuanto tiempo estaria exiliado recorriendo parajes que nunca habia
imaginado y me dolia el corazon al pensar el tiempo que iba a estar separado de ella. Despues de girar la esquina de una casa entre en la plaza central, donde se extendia todo el mercado, en él se podian encontrar desde alimentos hasta objetos magicos de gran valor... los comerciantes regateaban con los ciudadanos buscando el mayor precio para sus productos sin preocuparse de la calidad de estos, andube un rato entre los puestos para encontrar algun objeto que me fuera util... pero despues de un tiempo opte por pagar una nueva túnica verde, la
mia ya tenia mucho tiempo y constaba de numerosos descosidos y manchas, queria estar totalmente presentable para la reunion de esta noche.
Sin dirigir mas palabras al comerciante me dirigi de nuevo a mi hogar, con la esperanza de encontrar alli a mi esposa... en estos momentos por la posicion del sol deberia ser mediodia,
mis pisadas se alargaban con ansia debido al alegre pensamiento que sentia despues de leer la nota de los ancianos, debia llegar cuanto antes si queria tener tiempo de preparar completamente mi equipaje e instrumentos... y sobretodo si queria tener algo de tiempo para Nisha, ««Seguramente se enojará cuando se entere»» - Pense con una sonrisa.
Al llegar me di cuenta de que la puerta estaba abierta, las cortinas de las ventanas corridas y un denso humo brotaba de la chimenea, deje caer mi mano en el pomo de la puerta y lo gire suavemente intentando hacer el minimo ruido posible, cruce la puerta a hurtadillas y me quite la tunica para dejarla en el perchero, justo en el momento en que me gire una figura esbelta se me lanzo sobre mí abrazandome por la espalda, recibi un beso en la mejilla y sin querer volvi a sonreir.
-Resulta que he llegado antes de lo previsto a casa y... pensé en hacerte tu comida favorita - Sonrió mientras me señalaba los fuegos de la cocina.
-¡Vaya! gracias... ¡no se puede esperar menos de una mujer maravillosa!.
A algunos se os pasara por la mente porque estaba tan entusiasmado con abandonar mi hogar para acudir a una misión tan peligrosa... y de la que no estaba seguro si saldria con vida,
¿Porque no quedarme en casa? seria mas facil ¿verdad?, teniendo a una mujer maravillosa arropandome todas las noches, una vida prospera y sin preocupaciones... que podria mantenerla
asi durante mucho tiempo... ¿ Porque entonces?, la respuesta es mas sencilla de lo que parece... desde siempre he tenido un sentinimiento de necesidad, ser necesario para alguien,
para los demas... es este sentimiento el que me mueve a realizar tales actos, llamadme incauto, llamadme ingenuo e incluso estupido... pero nunca ocultare mis sentimientos.
-Bueno, ¡Pasa!, estara listo enseguida - volvia a decirme sonriendo.
-Esto... amor mio, tengo que contarte algo... - dije un poco preocupado.
-¿De que se trata?- Pregunto con su mirada acusativa.
Es la mirada que siemopre me echaba hacia atras, la cual temia como al propio diablo, la que me hacia replantearme las cosas y pensar cada palabra que queria decir.
-Ire al grano... han aceptado mi solicitud, recibi una carta de los ancianos esta mañana y he de acudir a una reunion esta noche... - recite del tiron casi sin coger aire, baje un poco la mirada esperando cualquier tipo de reprimenda.
-e-eso... - titubeó - ¡Es genial! ¡Es justo lo que querias desde hace tiempo!
-Eh... ¡Si! - En ese momento me di cuenta del porque la queria tanto.
-Bien, entonces vamos a comer para celebrarlo, te ayudare a preparar el equipo y luego podemos ir a comprarte algo, tambien quisiera arreglarte algunas prendas.. y...
-¡Tranquila! - le corte inmediatamente - Esta todo preparado, si he llegado pronto es para pasar mis ultimas oras junto a ti...
Otra vez, de nuevo volvia a mirarme con esa mirada que me dejaba sin respiracion, sus ojos iluminados chocando con los mios... una lagrima se deslizo por su rostro hasta sus labios,
volvio a abrazarme y me susurro al oido - "Te quiero tanto..." -. Dicen que las mejores lagrimas son las que se vierten debido a la alegria... en ese momento comprobé que tal dicho es
cierto.
Fue una tarde maravillosa, entre risas y caricias, abrazos, besos y demas... fue el tiempo mejor aprobechado de toda mi vida, una tarde imposible de olvidar.
Camino de la revolucion... [Road to revolution]