por Artros el Sab Nov 12, 2005 9:12 pm
Entro por la puerta de la taberna, busco a Aeris, despues de todo debo seguir defendiendola y mas ahora que se habia metido en este lio(Por suerte tengo buenos informadores, lo que tiene tener que proteger a la realeza), meses intentando no acabar en este embrollo pa que la princesa se acabe metiendo hasta el fondo en el, y yoi detras, como un imbecil ¿Quien me mandaria nombrarme su defensor?, me dirigi al cantinero que parecia reticente a contestar, ni sikiera el oro le convencia y tuvo que acer caso a la daga... me dirigi acia los aposentos de fist y espere eskondido a q ella saliese, no debia descubrirme, quien sabe como iba a reaccionar, ademas seguro que me apartaria de su lado ahora que buscaba un sustituto pa mi puesto, daba igual, no iba a dejarla sola en aquello, hasta que encontrara sustituto mi deber era protegerla, tras conseguir descubrir los planes que tenia fist para ella me dirigi a mi habitacion y cogi todo lo q iba a necesitar... maldeci mi honor por tener que hacer eso, sabia bien donde me estaba metiendo, pero no habia otra opcion iba a necesitar algo mas que un amuleto pa enfrentarse a lo que le esperaba, ni siquiera fist sabia que era, pero no era bueno... se puede leer el futuro viendo simplemente los trazos de las nubes, el que me deparaba era incierto - que bien- me dije- otra aventura con excasas posibilidades de exito de la que posiblemente salga muerto, al menos la salvare... o eso espero, sino menuda tonteria estoy haciendo.
Sali de mi habitacion y me fui a las afueras, esquive las peleas que ahi surgian, la princesa no tendria problemas en atravesar ese lugar, sabian respetarla o al menos no se acercarian muxo, me escondi entre los arbustos que habia cerca del camino, esperaria a que llegase, no debia verme... lo que mas me fastidiaba es que de todo akello no iba a sacar nada, solo deudas, heridas y quizas algun que otro sartenazo, naldita sea mi estampa... a quien diablos se le ocurre nacer canalla y con honor...