por Artros el Sab Dic 10, 2005 1:34 am
Por suerte durante la batalla no se habian fijado en mis ojos, unos lo llamarian maldicion, otros poder... yo preferia decir injusticia, estaba pagando por las traiciones de mis antepasados, y ellos seguían pagandolo en el averno, que los dioses los guardasen. Hacia tiempo que había aprendido a controlar esa sed por matar, habia sabido usar el poder, la velocidad, la fuerza, la telequinesia... ya poco me quedaba por aprender cuando mi madre se murio, excepto las razones de mi maldicion, pero ahora ya los conozco, cada noche los rememoro en ese mismo sueño...
´´La gente de mi familia avanzaba por la oscura calle hacia una gran casa, Lord Varnigard les habia dado poder ha cambio de su traicion a la familia de Garnia, la gran familia de magos que controlaba la ciudad de Misfarat; entraban por la puerta, veloces sorprendiendolos a todos... quien esperaria que sus aliados, el Clan guerrero de Lahmia los traicionaria, se movian veloces, los ojos amarillos... todo era sangre, una matanza, solo los hechizos que lanzaban los podian matar... finalmente todos caieron... mi padre se acercaba al cadaver de la mujer que acababa de matar
- Mi hija no, mi pequeña Aeris -sus ojos lloraban- Debiais defendernos, ese era el trato, porque...
- Sois malos –La niña apenas debia tener 3 años- tu y todos los que son como tu, ¡asesinos!, os odio, os matare a todos...
Mi padre se arrepintio en ese momento, le tapo la boca y se la llevo entre pataletas...
La llevaba a mi casa, yo la miraba con interes... una niña llorona pense... aunque mi hermano decia que era wapa... que sabria, tenia 6 años, solo uno mas que yo...despues se la llevaban a un lugar seguro decian...
El resto del sueño era sangre, Lord Varnigard, ese sucio vampiro, fracaso en su intento de tomar el poder en Misfarat, solo su espada quedaba de el, la que ahora reposaba sobre mi silla, el clan Lahmia fue perseguido por traicion y pos sus peligrosos poderes, el clan de Garnia habia desaparecido y el clan Lahmia parecia que tambien desaparecido, sin embargo quedaba aquella pequeña que por azares del destino seguia viva, y una mujer que con habilidad habia sabido ocultar y controlar su maldicion y huyó con sus hijos, llevando con ella la espada del que habia matado a su marido por ser demasiado compasivo para su ejercito de maldad, enseñando a sus hijos a controlar su poderes y a usarlo solo en las peores situaciones... aun quedaban unos pocos de cada familia, uno intentaba cumplir la promesa que su familia habia incumplido, ella intentaba destruir a los que quedaran de los que habian roto esa promesa, otro decidio seguir su propio camino, y eso me preocupaba, mi hermano podia volver a los origenes, podia querer acabar con lo que mi clan empezó... objetivos incompatibles, pero que iban de la mano...``
Ahi se acababa mi sueño, yo intentando salvarla y ella odiandome por mis ojos, intentando matarme... atravesado mas por su mirada que por el arma que esgrimia...
No debia saberlo, no podia ver mis ojos, me odiaria por ello y con suerte acabaria con mi vida, aunque ella todavia no sabia bien el poder que habia en su sangre, la afinidad a la magia, la familia con que se habia criado no se lo habria podido enseñar... no, no podia conocer sus verdaderos poderes, pero estaba seguro de que si viese mis ojos recordaria la matanza, incluso era posible que soñase con ella al igual que yo, tampoco podia ver el tatuaje de mi espalda, aunque no creia que lo reconociese, aunque ella debia llevar uno parecido en la suya... ¡maldita sea! todo este asunto se estaba volviendo demasiado complicado... decidi concentrarme en lo que estabamos...
-¿Decias?
-Gambit me tratara bien, puedes estar tranquilo...
-No es Gambit quien me preocupa, creo que ni siquiera el sabe a lo que se enfrenta, ni en donde se ha metido...
-¿Acaso me ocultas algo?
-¡No! son solo presentimientos... antes de nada tengo que hablar con Gambit a solas, despues me marchare...
-Te ordeno que me lo cuentes o...
-Hoy no es dia de ordenes princesa.
Al salir escuche un estruendo de un jarron que se estrellaba contra la puerta... se enfado...
-Ahora ya lo sabes Gambit, mi hermano puede estar en cualquier lado, es posible que el tenga algo que ver, y la princesa, es mi ultima esperanza, protegela, sino lo haces sabes que te puedo hacer sufrir como ningun mortal lo ha hecho...
-Lo sabia...
-¿Que?
-Tengo buenos informadores...
-Ella no debe enterarse...
-Tranquilo, no lo hara.
Sali y espera fuera a que llegasen mis compañeros...